Blanca del Río, redactora de belleza de ELLE.es

Optó por la lactancia materna cuando hace cuatro años tuvo a su primera hija.

¿Tuviste clara tu decisión desde el principio?

Sí, me hacía mucha ilusión vivir esa experiencia pero también tenía claro que cuando tuviera que cambiar a lactancia artificial/mixta –porque la vida actual es bastante incompatible con la LM exclusiva-, todo seguiría siendo igual de especial. Tampoco quise obsesionarme con ello.

¿Por qué decidiste dar el pecho?

Porque me parecía bonito, especial y un momento único que sólo iba a poder vivir en esa etapa con mi bebé. Y sí, cuando todo va bien, así es. Pero nada en la vida es perfecto y también existieron crisis y baches que me pusieron nerviosa, que me hicieron dudar, que me debilitaron… Sin embargo, a día de hoy en mi mente prevalecen los buenos momentos, porque afortunadamente, en mi caso fueron más.

¿Qué fue lo mejor de tu decisión?

Aunque realmente es algo "esclavo", para mi significaba una etapa en la que seguir conectando con mi hija en sus primeros momentos de vida. No iba a durar para siempre y los momentos en los que le daba el pecho me relajaban y me hacían muy feliz. Hoy, en ocasiones, los echo de menos.

¿Hubo algo malo o algo que cambiarías?

Mi entorno y los profesionales médicos. Mi pareja fue maravillosa en ese momento porque entendía cada decisión que tomaba y me animaba a hacer lo que más feliz me hiciera. Se mostró muy colaborativo y me ayudó muchísimo y, aunque quiero a todo mi entorno con todo mi alma, en ocasiones fue lo que más nerviosa me puso. Muchas veces, la gente no se da cuenta de que de forma inconsciente -y puede que inocente-, están presionando a una madre primeriza, con las hormonas del revés, que lo único que necesita es tranquilidad y libertad.

Durante el post-parto, los pediatras y matronas que visité tampoco me ayudaron. Me sentí muy presionada y juzgada cuando tuve que abandonar la lactancia por trabajo así que sí, cambiaría una cosa: concienciar al mundo (que no a las madres), de que cada mujer debe ser libre de hacer lo que le dé la gana, también en la lactancia.

¿Te enfrentaste a críticas por tu decisión?

Sí, a todas horas. Si daba el pecho, porque le daba el pecho y la niña "se quedaba con hambre". Cuando comencé a combinarlo con lactancia artificial, porque la niña "se iba a volver loca" y cuando la abandoné totalmente, porque… "qué pena". Siempre había una opinión bailando a mi alrededor. Pero es como todo. Todo el mundo siempre sabe más que tú, todo el mundo es médico, todo el mundo es madre, todo el mundo es todo. Pero nadie es como el mundo. Una vez comprendido eso, ¡ganas salud!

¿Lo volverías a hacer así?

Totalmente. Comencé a darle el pecho en sus primeros meses pero cuando tuve que incorporarme al trabajo, lo dejé porque era incompatible. No me martiricé, ni me dediqué a auto-juzgarme. Simplemente hice lo que tenía que hacer por ella y por mí. Así que sí, creo que fue la mejor forma en que pude hacerlo y volvería hacerlo así. Mi hija a día de hoy es una niña sana y feliz. Y yo también lo soy.

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Paula Llanos, Jefa de moda de ELLE.es

Optó por la lactancia materna pero una mala experiencia le hizo cambiar a biberón con su primera hija.

- ¿Tuviste clara tu decisión desde el principio?

Con la mayor sí, quería darle el pecho. Con el pequeño también, no quería darle el pecho.

- ¿Por qué decidiste dar/ no dar el pecho?

A la mayor se lo di porque me parecía que era lo natural, lo que había que hacer. Luego, con la mala experiencia que tuve, decidí que al pequeño no se lo daría.

- ¿Qué fue lo mejor de tu decisión?

Cuando decidí que daría el pecho a mi primera hija, me equivoqué y lo pasamos muy mal ambas, pero lo mejor de esa decisión fue que pude ver por mi misma lo que era para poder contarlo en primera persona y no de oídas. Por eso cuando decidí que al pequeño le daría biberón desde el principio, ya sabía que dar el pecho no era para mi, tuve la sensación de haber decidido sin dejarme presionar ni convencer (que intentos hubo y muchos).

- ¿Hubo algo malo o algo que cambiarías?

Creo que ambas decisiones las tomé convencida, darlo y no darlo. Posiblemente si hubiera sabido lo que me iba a implicar dar el pecho, nunca lo hubiera hecho.

- ¿Te enfrentaste a críticas por tu decisión?

A muchas no, a muchísimas cuando quise quitarle el pecho a la mayor y cuando comenté que no se lo daría al pequeño. Todas las presiones que he recibido siempre han sido por no dar el pecho, te hacen sentir muy mala madre. Como si no quisieras lo mejor para tu hijo.

- ¿Lo volverías a hacer así?

No volvería a dar el pecho de haber sabido lo que iba a suponer para mi salud mental y física. Optaría por el biberón seguro.

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Begoña Alonso, redactora de Living de ELLE.es

Tenía claro antes de tener a su primer hijo que su elección era apostar por la lactancia artificial.

¿Tuviste clara tu decisión desde el principio?

Sí, desde mucho antes de quedarme embarazada tenía claro que no iba a dar el pecho, que iba a optar por la lactancia artificial, que era exactamente igual de válida y sana para el bebé y no le ponía en riesgo por la medicación que yo tomaba.

¿Por qué decidiste no dar el pecho?

No se lo di porque quería compartir la crianza con mi pareja. Pensé que es una tarea, la alimentación, que debía ser hecha a medias, compartida con él, para que él también pudiera experimentarla y para no sentirme constantemente atada al hecho de nutrir a mi hijo.

¿Qué fue lo mejor de tu decisión?

La libertad. Poderme dar una ducha, dormir tres horas más, salir a dar un paseo… mientras cualquier otra persona que yo decidiera compartía la experiencia de la alimentación. ¡Cuánta felicidad experimentaron mi madre, mis hermanas mientras lo hicieron!

¿Hubo algo malo o algo que cambiarías?

Pues fui a veces demasiado estricta dejando tres horas entre toma y toma, pero la alimentación a demanda volvía loco a mi hijo.

¿Te enfrentaste a críticas por tu decisión?

Sobre todo por parte de los médicos: la matrona que me dio los cursos prenatales, cuando le pregunté si nos iba a enseñar cómo se preparaba un biberón casi me estrangula. La pediatra que me atendió en el quirófano no dejó de presionar, también, diciéndome que la leche materna era lo mejor y que mis fármacos no eran malos para la criatura. Alguna conocida llegó a decirme que mi hijo no crecería con normalidad (física y psíquica) por no haberle dado de mamar.

¿Lo volverías a hacer así?

Sí, lo volvería hacer así.